EQUO-VERDES de La Rioja apoya las energías renovables y está en contra de la energía nuclear.

EQUO-VERDES de La Rioja apoya las energías renovables y está en contra de la energía nuclear.

Ahora hace unos días que se ha cumplido un año del gravísimo accidente nuclear de Fukushima, cuyas letales consecuencias se mantendrán durante muchos años y décadas, lo que nos trae a la memoria social otro accidente no menos grave ocurrido en Chernóbil que en abril cumplirá 26 años y cuyas efectos perniciosos aún colean; es necesario llamar la atención una vez más y cuantas sea necesario, sobre la amenaza que supone para el planeta la energía nuclear y por ende para todo ser viviente, incluidos los seres humanos, responsables directos e inconscientemente promotores de tamaño peligro.

Sin embargo, todo parece indicar que la nuclear mantiene sorprendentemente su estatus como fuente de energía primordial a pesar de haber quedado manifiesta su peligrosidad. Hay una serie de argumentos que a fuerza de repetirlos, han colonizado las conciencias de la ciudadanía bienintencionada, la cual reproduce la falacia de que el progreso y el bienestar están asociados a las nucleares, en similar medida ocurre con el petróleo.
Esos argumentos hablan de una energía necesaria, segura, limpia y barata. Desenmascaremos su falsedad:

1-“Nuestro bienestar depende de la energía nuclear”, falso. Las nucleares aportan un porcentaje más bien pequeño de la electricidad que necesitamos para mantener nuestro nivel de bienestar: la electricidad procedente de la energía nuclear ha pasado de representar el 35% en 1996 a menos de 20% en 2009, frente a una penetración de las renovables del 35% en 2010. Actualmente ronda el 20%, siendo la 3ª fuente detrás de las renovables (ronda el 40%) y las de ciclo combinado (ronda el 25%). Es más, las energías renovables apuntan hacia el 40%, teniendo en cuentan que prosperan a pesar de las dificultades orquestadas contra su implantación. (Los datos son de Red Eléctrica Española y del Ministerio de Industria).

2-“La energía nuclear es segura”, muy incierto… que se lo digan a los japoneses (Fukushima) y a los soviéticos (Chernóbil), por poner solo los casos más dramáticos. Quizás los accidentes nucleares sean esporádicos, admitamos que la seguridad que pretenden sea alta… pero esporádico e improbable no significa imposible, en este asunto se ha demostrado ya que la probabilidad existe y se ha manifestado en forma de accidente grave y mortal; precisamente estos países se cuentan, en su momento, como los más desarrollados del mundo; lo que sí sabemos con seguridad es que las consecuencias de un solo accidente son mortales de necesidad, y muy prolongadas en el tiempo y en el espacio, aunque no sepamos todavía hasta cuándo y hasta dónde. Pero hay otro dato relevante y poco conocido a tener en cuenta con relación a la seguridad:
No hay compañía de seguros que se anime a asegurar una central nuclear, por muy alta que sea la póliza… sería tan mal negocio como asegurar a una secta suicida.

3-“La energía nuclear es limpia”… veamos, aún suponiendo que las centrales nucleares no tuvieran jamás un accidente menor o mayor alguno, tendríamos el grave problema de los residuos nucleares y su eliminación, nadie será tan ingenuo como para pensar que con enterrarlos o hundirlos los residuos dejan de existir, se volatilizan… nada de eso, estamos endosando el problema a las futuras generaciones, nuestro hijos, nietos, bisnietos…

4-“La energía nuclear es barata”… cierto, pero este cálculo se hace una vez descontados los ingentes gastos e inversiones de su construcción y su posterior desmantelamiento, pero, ¿Por qué no hay empresa y capital privado que emprenda la construcción y puesta en marcha de una central nuclear? Las centrales nucleares están financiadas con fondos públicos, si no serían tan inviables como se suele decir que son las energías alternativas.
Para EQUO-VERDES de La Rioja, las energías que llamamos alternativas no son alternativas, son prioritarias para una vida más digna y respetuosa.
Cuando se conmemora el primer aniversario de la tragedia de Fukushima y hemos tenido la oportunidad de comprobar, a través de los medios, la desolación en la que ha quedado sumida toda la zona circundante, con el desalojo de más de 30.000 residentes y el estado de emergencia dictado en torno a los 50 km del foco, el Foro de la Industria Nuclear Española propone prorrogar hasta 60 años la vida activa de las centrales nucleares y promover nuevas licencias “ante los beneficios que ésta presenta”, asegura el Foro, haciéndolo de forma «segura, fiable, competitiva y respetuosa con el medio ambiente».

Y la cuestión es: habiendo como hay otras alternativas energéticas limpias, renovables, sostenibles, empíricamente probadas, que ya están en funcionamiento, que pueden potenciarse y que además generan empleo… ¿Por qué se sigue promocionando, defendiendo y apostando por las nucleares? ¿No es un despropósito en sí pretender como se está planteando desde instancias interesadas la prórroga de estas centrales hasta los 60 años? En grave detrimento de la seguridad y en armonía con el beneficio económico pleno (que se conseguiría por estar las instalaciones plenamente amortizadas). Los intereses de la industria están por encima del interés general, el beneficio de unos pocos sobre la seguridad de todos, como siempre.

Quizás ya es hora de cambiar nuestro lenguaje, los términos también confunden: las energías que llamamos alternativas no son alternativas, son prioritarias para una vida más digna y respetuosa.

Marina Rodríguez
Juange Iglesias
Portavoces de
EQUO-VERDES de La Rioja