RESEÑA EQUOLOQUIO “EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA”

IMG_0033El tercer equoloquio, organizado por Equo-Verdes de La Rioja, dedicado a la educación con el título “El futuro de la Educación Pública” y que tuvo lugar el día 13 de abril, se desarrolló a lo largo de dos horas con la participación de 19 personas. Esta reseña no pretende recoger exhaustivamente todo lo hablado y argumentado en este evento, sino los temas que fueron debatidos y planteados en él.

El equoloquio da comienzo con una introducción sobre legislación en educación y en particular sobre la LOMCE a cargo de Mikel Bujanda, por su conocimiento en aspectos técnicos y legislativos del área de educación; su intervención se centra en:

El marco legislativo: Art. 27 de la Constitución establece la educación como un derecho fundamental.
Un recorrido por las sucesivas leyes educativas de la reciente democracia española, destacando la “revolución” que en su momento supuso la LOGSE del gobierno socialista.
El nuevo proyecto de la Ley de educación (LOMCE) pendiente de una memoria económica de financiación para su implantación, y presentada como un decreto-ley, sin la más mínima participación de la comunidad docente.
De esta ley se destacan los puntos que más atentan contra el modelo público por su involucionismo: re-centralización, segregación del alumnado por capacidad y por sexo, devaluación de la formación profesional, concepción mercantilista, memorística y no significativa de la enseñanza, descenso de los procesos democráticos en las instancias educativas, desprecio al profesorado, potenciación de la iniciativa privada… en definitiva vulneración de la igualdad de oportunidades.
Falacia argumental: se cambia la ley por el “fracaso del sistema” sin atender a un análisis objetivo de las causas ni a los problemas reales de la educación. Se usa “el fracaso” como una excusa.

A partir de esta intervención, se abre el coloquio a la participación de todas las personas asistentes (agrupamos las intervenciones por temas más que por el orden de las intervenciones, ya que a menudo se dejan y se retoman los temas que despiertan más interés)

Se plantea que, una vez más, un cambio de gobierno trae una nueva ley, cuando en educación sería necesario un pacto nacional para garantizar estabilidad. Sobre la base está la idea de que toda ley educativa debiera contar con la colaboración de la comunidad docente. Otras opiniones desconfían de un pacto de este tipo, pues al fin y al cabo se establecería por parte de los dos partidos mayoritarios, dejando fuera a otras voces; en este sentido también se apunta que sería mejor que fueran los profesionales los que establecieran el modelo o ley educativa, ya que son los expertos en la materia. También en este tema, se hace alusión al intento que en la última legislatura socialista hizo el ministro de educación por alcanzar un acuerdo parlamentario en educación, que finalmente fue abortado por el PP.

Otro tema de interés entre los asistentes es la confusión, nada inocente, entre el “derecho a la educación de los niños y adolescentes” y “el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”, como si este derecho estuviera por encima del primero e implicara la libertad de elegir entre educación pública y privada… con el dinero de todos.

El derecho fundamental es el de la educación de los hijos, y esta la tiene que garantizar el Estado, y quien quiera elegir una educación privada tendrá que costeársela, igual que cuando se va a un médico privado.
Se señala a la “concertación” puesta en marcha en su momento por los primeros gobiernos socialistas como una solución “provisional”, como un fallo grave que no se ha corregido a tiempo.

Otr@ participante plantea la paradoja que se da en algunas comunidades con la inversión “ciega” en tecnología, cuando se está recortando en profesorado, o cuando el profesorado es insuficiente para atender al alumnado; además se reclama, en esta línea, la necesidad de formar, preparar y capacitar de forma continuada al profesorado, elemento fundamental en el proceso educativo. Aquí surge también otra cuestión de interés, y es el anacronismo de que la enseñanza siga girando en torno a la tiza y la pizarra: los alumnos de hoy día están en otro mundo y difícilmente van a responder y desarrollar sus capacidades con métodos obsoletos: hay que adaptarse a las nuevas necesidades y demandas de los alumnos del s. XXI.

Quizás uno de los temas que más intervenciones y tiempo ocupan es el de la enseñanza de la religión en la escuela pública y la necesidad de abordar con firmeza la cuestión del laicismo en este escenario. Son muchas las participaciones en este terreno:
si hay religión porque se oferta o se oferta porque hay demanda en la sociedad;
si los padres realmente se plantean esta cuestión o siguen una inercia “tradicional”;
si es promocionada la enseñanza de la religión ya desde las aulas de Magisterio en los futuros maestros, porque se “premia” con mayores posibilidades laborales “especializarse” en la enseñanza de la religión católica;
si es una cuestión ideológica del gobierno actual del PP pero también de falta de valentía del gobierno anterior del PSOE;
si actualmente se está favoreciendo la religión católica aún más en la nueva ley así como con una mayor inversión económica en los colegios concertados y privados.

Lo que parece un hecho, y así se resalta, es que con la implantación de la nueva ley, la religión vuelve a adquirir un protagonismo en la escuela pública que nos remonta a otros tiempos de este país, con el agravante de que la alternativa a la religión será una materia de contenidos evaluables que, presumiblemente llevará a los alumnos a elegir la religión por ser más fácilmente superable en los procesos de evaluación.

Se hace constar la ausencia de educación ambiental en los planes educativos, como no sea con contenidos meramente testimoniales, que pretenden cerrar en falso lo que debiera ser una ocupación básica de los programas didácticos. Esa se reduce a meros gestos sobre el reciclaje, el ahorro de agua, la contaminación, sin abordar con rigor este ámbito, sin actividades prácticas e incluso contrarias a los objetivos pretendidos

Surgen otros temas como los contenidos de las programaciones, la presión de los tiempos y los plazos; el esfuerzo desmedido del profesorado sin que se vea una finalidad; la mala reputación del trabajo y el esfuerzo entre los estudiantes; la excesiva burocratización; la cuestionable eficacia de la calificación y las notas, basadas en el dominio de lo cuantificable; la falta de criterio y capacidad crítica de los estudiantes…

En este punto en el que se suceden las opiniones anteriores, una voz sale en defensa de lo que se ha dado en llamar “la generación mejor preparada” de la historia de este país, y sobre este punto se dan distintas opiniones al respecto. Por ejemplo, se argumenta que las generaciones anteriores se salía de la universidad sin una preparación real para la profesión elegida y era en el ámbito laboral donde “se empezaba a aprender de verdad” y que actualmente esa brecha formación-aplicación no es tan grande; también se apunta que los alumnos están mucho mejor preparados de lo que pensamos, pero lo están en cuestiones que les interesan más y que están en consonancia con su mundo, no con el nuestro.
En cualquier caso, la cuestión del aprendizaje está en el dabate.

Se plantea la importante cuestión de que la educación deba basarse en otros valores diferentes de los actuales. Pasar de unos valores competitivos que fomentan el individualismo a unos valores cooperativos que fomenten una sociedad más solidaria.
En este sentido uno de los participantes, conocedor de un nuevo modelo económico, “la economía del bien común”, nos ha mandado un documento en el cual se deja constancia de otro tipo de educación basado en esos valores cooperativos. Adjuntamos archivo.

Son ya más de las 13:30, algunos de los asistentes se han ido marchando y hasta el cierre de este equoloquio hacia las 13:45 más o menos, otros temas se van hilvanando en torno a los recortes, a la necesidad de reforzar el cuerpo de profesores desmintiendo las actuaciones institucionales, a la necesidad de actuar frente a la pérdida de derechos…

Otros temas se han quedado apenas esbozados, como el de la depauperación de las humanidades, el ritmo excesivo que se impone a los niños en primaria, si las matemáticas son realmente tan importantes para ocupar tanto tiempo en los planes formativos con tan pobres resultados proporcionales, la urgencia de reforzar los valores humanos y laicos, que aseguren una vida buena a todos… y avanzar hacia una buena educación.

Tendremos que convocar una segunda parte de este tema, pero eso será más adelante.

Ahora estamos trabajando en la preparación del próximo equoloquio, del que os informaremos por si de nuevo queréis acompañarnos.

Gracias a todos.

Equo va.