RESEÑA EQUOLOQUIO SOBRE ¿QUIEN NOS ROBA?

1536577_585175134899989_512684971_nFecha: 25-01-2014

Hora: 11:30

Lugar: Café moderno. Logroño.

Con asistencia de 13 personas

Comienza la presentación de este equoloquio Juange planteando varios temas: la distribución de la riqueza, la redistribución de la misma, el fraude fiscal, la reformas legales que propiciarían una más justa y mejor recaudación, los paraísos fiscales y su uso por parte de grandes empresas y fortunas, etc. , para dar paso así al coloquio.

El decurso del equoloquio, con sus correspondientes meandros, se puede resumir en los siguientes apartados, que en este documento no guardan un orden cronológico de aparición en el debata,  sino temático, para procurar de esta forma una mayor claridad expositiva.

Política Fiscal:

Se deja constancia de la gran desigualdad que padece la sociedad mundial en general y la española en particular  (tal y como indica el índice Gini) y la importancia de un buen sistema público para que se produzca una redistribución de la riqueza vía impuestos progresivos y la redistribución de la riqueza a través del Estado social (educación, sanidad, servicios sociales, etc.). Esto no está sucediendo, debido al gran fraude fiscal registrado (en España, más de 70.000 millones de euros al año, de los cuales más de 40.000 corresponden a grandes fortunas y grandes corporaciones). Y tampoco hay voluntad política de perseguir este fraude ni de redistribuir de forma justa lo recaudado. Por tanto, se considera necesario una reforma fiscal que permita una correcta recaudación y un cambio político para que haya voluntad real de luchar contra el fraude fiscal y de satisfacer las necesidades de la ciudadanía. Se añade que las reformas legales también deben ser, como mínimo, a nivel europeo, para que sean efectivas. Se trata de evitar de esta forma que el dinero negro viaje de un país a otro libremente y que termine finalmente oculto en paraísos fiscales. También se apunta la necesidad de la aplicación de la tasa Tobin para poner coto a las operaciones financieras meramente especulativas, y que las grandes empresas paguen un impuesto de sociedades similar cuando menos a las pymes, evitando que se acojan a diferentes estratagemas fiscales que hacen que sea irrisorio lo que tributan.

Por otro lado, también se apunta la idea de que es importante que no se “carguen” las instituciones como la Agencia Tributaria, que no se ponga en tela de juicio su credibilidad, como que también se está intentando presionar y desprestigiar a otras instituciones (por ejemplo, el Poder judicial), lo que abriría las puertas a los populismos. Incluso se dice que si se cumpliese esta Constitución (por ejemplo, su artículo 128) tendríamos una realidad diferente. Se observa que detrás de lo que sucede hay un gran poder económico que evita que se apliquen incluso las leyes ya existentes.

Otra propuesta para evitar que se produzcan estas situaciones de desigualdad es que se limiten los ingresos con salarios máximos y también que se aplique un renta básica universal. Aquí hay un problema, ya que, según se dice, limitar los salarios es antiliberal y que por tanto habrá una fuerte oposición desde la corriente económica dominante que dice defender la libertad, a lo cual se observa que esto es una trampa, pues no poner límite a los ingresos conlleva que se produzca una acumulación de riqueza que lleva a la desigualdad y a una ausencia de libertad real.

La falta de voluntad política para perseguir tanto desmán fiscal y hacer un buen uso de los recursos públicos, lleva a la tertulia a tratar el siguiente tema:

La corrupción

Se observa una connivencia entre el poder económico y el poder político subordinado para que, incluso, no se cumplan las leyes actuales y se produzcan graves casos de fraude fiscal y mal uso de los recursos públicos. Esto está dando lugar al fenómeno de las llamadas “puertas giratorias” y a reconocidos casos de corrupción en las élites (también se apunta a que este mal ejemplo está impregnando toda la sociedad, empezándose a dar casos de corrupción a más bajo nivel). Mientras siga la corrupción, se opina, todo seguirá igual a todos los niveles. Los mercados no tienen que imponerse, sino que debe ser la política la que establezca y haga cumplir las normas. Pero el sistema esta corrupto, y hay que regenerarlo, para ello se argumenta que es necesaria la participación y movilización de las personas. Se añade que la tradición de corrupción en España viene de muy atrás (del franquismo) y que somos un país proclive a la corrupción por las diferencias tan grandes de riqueza que existen.

El mal uso político de las instituciones públicas

En el transcurso de la tertulia sale a colación la utilización despótica por parte de ciertos políticos de las instituciones y recursos públicos, siendo muchas veces motivada esta mala intervención política por interés particulares que no coinciden con el interés público. Se argumenta que la función política consiste en hacer una distribución de los presupuestos en razón del programa político y que, una vez hecho esto, la gestión técnica debe caer en manos de los funcionarios correspondientes (los cuales se deben a la ley). La limpieza de las oposiciones y el puesto fijo funcionarial deben servir para resistir al poder ejercido de forma despótica. Por tanto, deberían limitarse los puestos de libre designación en la administración, excepto los puestos claramente políticos, así como limitarse también los puestos de asesores (ya que existen técnicos en la administración que pueden y deben hacer ese papel). Se dice que no se debe consentir que toda la administración se esté copando de amigos. Los partidos se están comportando como agencias de colocación.

En este orden de cosas, se comenta que hay funcionarios que deben estar especialmente protegidos, como son los inspectores de hacienda (para que no vuelva a pasar, por ejemplo, el caso CEMEX), La fiscalía anticorrupción, la Udef, y los miembros del Poder judicial en general, algunos de los cuales han sido movidos de sus puestos cuando interesaba.

Se añade  que los políticos también deberían contar con la opinión ciudadana cuando sea necesario y afecte directamente a un número importante de personas (por ejemplo, el caso de la rotonda de Duques de Nájera), pues -además de a los técnicos de la administración- se debe hacer caso a la opinión ciudadana, más teniendo en cuenta los medios telemáticos que hoy hacen posible y fácil hacer consultas de este tipo.

Por último, se apunta que, dentro de la campaña de desprestigio de lo público, se ha extendido la falsa opinión de que hay demasiados funcionarios, cuando no es cierto y para ello  basta observar que en este aspecto estamos por debajo de todos los países más evolucionados de nuestro entorno europeo (en Suecia se alcanza la tasa del 25 % de la población).

Otros temas.

Participación política: como se ha indicado, este tema ha salido en el equoloquio. Ha habido un debate interesante al respecto de si es necesaria la presencia de líderes para dirigir una regeneración o si tendría que ser un movimiento regenerativo horizontal  sin líderes.

El valor de la honestidad: se trata de un valor que debería ser imprescindible en el quehacer político en particular y social en general. Se cita la figura de Albert Camus como ejemplo de honestidad.

El papel de los movimientos ciudadanos:  se opina que son necesarios para alzar la voz en la calle y evitar la pasividad ante la injusticia  (se recuerda la pasividad de la sociedad ante la persecución de los judíos en la Alemania nazi), y para escuchar otras voces y no solo lo que dicen los medios y los líderes de los partidos tradicionales. Se añade que luego también es necesario que estas mismas personas se signifiquen, participen y voten en consecuencia.

Robo a las generaciones futuras: se argumenta que con nuestro actual estilo de vida estamos robando el futuro a las próximas generaciones y que en ese sentido, en mayor o menor grado, todos tenemos una responsabilidad: algo podemos hacer en nuestro comportamiento diario.

Finaliza el equoloquio con una ronda de propuestas que se detallan a continuación:

  • Josema: instauración de una Renta Básica ciudadana.
  • Yolanda: seguir con la movilización ciudadana y tener más humanidad.
  • José Manuel S.: funcionariado estable, protegido y dimensionado a las necesidades reales del país.
  • Marisa: Las voces no deben quedarse en la calle. Hay que evitar las “puertas giratorias” y suprimir los indultos, la mayoría relacionados con la corrupción.
  • Alfonso: Recurrir a la desobediencia civil por ser legítimo  en muchos temas; revisar las incompatibilidades; y, muy importante, la implantación de la Economía del Bien Común.
  • Miguel Ángel: prohibir las privatizaciones de los servicios públicos; hacer una mejora del marco constitucional, eliminar puestos de libre designación; y siempre hacer un análisis del coste/beneficio social de las propuestas de los políticos.
  • Ignacio: reforma fiscal que sea justa. Como alternativa individual no comprar a los que nos roban, utilizando nuestros poder como consumidores;  ya hay opciones: banca ética, cooperativas eléctricas, comercio local, etc.
  • Marina: la concienciación es lenta, pero eso no es freno para seguir por ese camino. También agradece la asistencia a todos los presente y da por finalizado este equoloquio.